Salimos cerca de las 11 de la mañana con la mala noticia de que no podíamos subir absolutamente nada en el autobús, y todas las mochilas al maletero. Eso en vez de un desplazamiento parecía una de aquellas tantas excursiones al Tempú de Jerez cuando éramos unos pivitos. ¡No podíamos beber!. Aunque parezca increíble nos pegamos más de una hora sin privar. Hasta que hicimos una paradita en una venta perdida. Allí pedías una cerveza y te obsequiaban con una tapita de carne el salsa, huevas en aceite o algún que otro sándwich, o eso nos creíamos porque después nos querían denunciar por robo. Después de colar algunas botellitas en el bus (no antes sin escuchar los típicos discursos del Dani y que al Payán le salió de balde el viaje) y ante el sofoco del chofer. Por fin llegamos a San Pedro de Alcántara, una especie de barriada de La Paz, con un nivel de vida muy alto y un calor acojonante. Nos metimos en una calles y allí privamos y fumamos por un tubo para entonarnos un poquito antes del partido. Al dirigirnos al estadio, según testigos, algunos sampedreños cabrones cambiaron los carteles de precios de un talego a un talego y medio y, por supuesto, la peña se alteró bastante, pero al final sucumbieron a las fuertes amenazas por parte de Antonio Muñoz. Al introducirnos en el ¿estadio? nos invadió una inmensa alegría al comprobar que vendían alcohol en la cantina. La pela se colocó en el único fondo que había, aunque mucha gente se esparció por todo el campo. En general se animó bastante y se estuvo cantando durante los noventa minutos. En la jugada del penalti a favor del San Pedro se lanzaron algunos objetos al campo, hechos que por lo visto han creado bastante polémica por culpa de los jodidos periodistas. No saben por donde cogernos. Luego con el 1-2 de Chico fue el descojonamiento general, y lo más importante, los tres puntos conseguidos por y para nuestro Cádiz C.F.. Había gente que hasta se quitaba los dientes de la alegría... Aguantamos hasta el final con algún que otro roce verbal con la afición rival, pero sin pasar de ahí. Después de salir del campo, nos dirigimos a darle la enhorabuena a los jugadores, otros se colaron en el autobús del equipo y algún personajillo por ahí incitó a varios jugadores a fumar un poco de hierba. La vuelta fue tranquilita, y entre otras cosas destacar que el Bilba ya no se hace caquita encima. También se estuvo dando la vara bastante al chofer (por lo menos en el bus 2) sin parar, y se estuvo reivindicando el regreso del Paterna. También se confirmó la relación entre el Dugo y el Perico. Abreviando, nos lo pasamos de puta madre y encima ganamos, que más quieres picha?. Bueno, espero que la gente se anime a ir a la puta Sevilla, independientemente de cómo quede el partido de hoy... Ah! Y no meterse más Rubifén por la nariz... Un saludo.