Al final solo pudimos desplazar un bus, ya que el segundo no se llenó, esperemos que para próximos compromisos le demos una solución con bus de dos plantas o lo que sea. La cita era en el estadio a las 10 de la mañana, pero ya desde las 9 o antes había gente rulando por allí y privando como locos, algunos aún no se habían acostado, y así, con el habitual retraso de media hora, partimos hacia la capital onubense.
La primera parada la hicimos bastante pronto y fue cerca de Utrera, donde más de uno cagó allí mismo. Después paramos en una venta donde "regalaban" teleras, picos, magdalenas y un sinfín de dulces y cosas varias. Allí estuvimos una media hora y después del cachondeo general nos largamos. El bus antes que nada decir que era bastante cutre y de lo más antiguo que había en el mercado, pero con la peña privando y haciendo el loco el viaje se hizo muy llevadero. Antes de llegar a Huelva nos paramos en un descampado para mear y con el habitual despiste en la entrada por parte del chófer llegamos al estadio Colombino.
Montamos nuestra base enfrente del estadio, justo por donde teníamos que entrar y la gente empezó a privar, o a seguir privando mejor dicho. A algunos le sentó muy mal el bocadillo y optó por darse una cabezadita. También nos pusimos a jugar con una niña que tenía un balón, demostrando nuestra habilidad futbolera. Después nos enteramos que alguien (no sabemos quién, pero no de Cádiz) le mangaron el balón a la chavala, así que hicimos un escote y le dimos más de dos talegos a la pivilla para que se comprara un balón nuevo, para que después digan que somos malos.
Estando en la plaza se produjo lo más chungo del desplazamiento, la pelea entre un miembro de Brigadas y uno del Trompetero. No entro a valorar el que tenía o no razón, pero es lamentable que se peleen dos del mismo equipo, cosa que no debe ocurrir más.
Al rato nos dimos cuenta de que el bus de Cádiz estaba llegando al campo y fuimos a recibirlos allí. Nos encontramos con un despliegue de los maderos de Sevilla en plan película, poniendo vallas delante nuestra y dando rachas a diestro y siniestro. Los jugadores alucinaron y los más jaleados, pues Raúl Lopez y Férez, por lo menos no se sintieron solos en ningún momento.
Después de recibir al equipo, volvimos a la plaza y seguimos privando y mezclándonos con la afición local, la cual alucinaba en colores con los de Cádiz. La gente entró a cuenta gotas y ya cuando salió en Cádiz hicimos un tifo de nitrato. Los de Huelva hicieron un tifo de cartulinas que me pareció bastante chapucero. Del partido decir que al tratarse de dos equipos muy igualados, se trataron con mucho respeto y las ocasiones fueron muy pocas. El ánimo nuestro fue irregular en la primera parte y grandioso en la segunda parte, donde no paramos de animar a nuestro equipo y dejamos callados a los de Huelva, que no podían con los cánticos nuestros.
Al final del partido, pues más de lo mismo. Los jugadores se vinieron hacia nosotros y nos saludaron. Y empezaron los insultos hacia nosotros, sin que mediara provocación alguna por nuestra parte. A los insultos les contestábamos con gracias y guasa, que para eso hay mucho arte en Cai. Nuestra salida fue espectacular, con mogollón de gente esperándonos, y los maderos más preocupados en que no respondiéramos a los insultos y objetos que otra cosa. Hubo palos, rachas y mucha mala leche por parte de los ya conocidísimos maderos de Sevilla.
No hubo que lamentar daños personales y nos largamos pitando hacia Cádiz. Nos paramos en un gasolinera, no sin antes darnos cuenta de que venía un chaval de más con nosotros, que había venido en coche y que se bajó a buscarlos, y de que habíamos cambiado de chofer. En la gasolinera, por lo que se ve, también regalaban helados, patatas y demás cosillas que nos gustan a nosotros. Destacar el lamentable espectáculo del Pabli de Rota bajándose los pantalones.
Después ya nos largamos pitando para Cádiz y nos fuimos por la autopista, en la cual y tras pararnos en una venta, vino el saqueo masivo y el menda que amenazaba con llamar a los pikoletos si no le pagábamos lo robado, así que se conformo con 11 talegos que salió de un par de escotes que se hizo y de la porrita de resultados en el bus.
Destacar el cachondeo masivo en el bus con gente haciendo "moshing", batalla de todo lo que había a mano, espectáculo del Ignacio y un larguísimo etcétera., que no te puedes ni imaginar. Ah!, destacar la no presencia del Boca, que se notó sobre todo a la vuelta, del cual corren rumores no muy buenos, por cierto. Boca, te queremos... matar!!.
Y con esta anécdota me despido de vosotros y como diría el Piti: Malandrines, que sois unos malandrines!.