El Jueves Santo, aprovechando el puente semanasantero y el desplazamiento del Cádiz C.F. y huyendo de los penitentes, fuimos a Graná 5 mendas del Frente Che en tren, ante la imposibilidad de montar un bus debido a que era muy mala fecha, aunque poco a poco se fueron añadiendo gente de Txiclana (sus cojones ahí) y un colega de Madrid.
El jueves lo fuimos matando comiendo en los bares (tapita gratis en cada vaso), y principalmente fumando y privando en la casa que nuestro camarada Kanijo comparte como estudiante con dos tíos (saludos al Txema y al Miguelito) y una piva, la cual curiosamente no estaba en el piso al saber que íbamos para allá.
El viernes vuelta a lo mismo, con visita incluida a una tetería en la que permitían fumar petarditos, aunque ya por la noche llegó el primer coche con gente de Txiclana y se empezó con la fiesta por derecho. Desmadre lúdico-carnavalesco nocturno.
El sabadito por la mañana (a las 14.00 h.), con resacón incluido, nos dirigimos para el "Nuevo Los Cármenes", después de pagar el autobús más barato que en Cádiz y hacer un recorrido de bastante más kilómetros que en nuestra capital. De nuevo exquisito comportamiento de los miembros de la Peña Los Cármenes, que flipan con nosotros, y que Manolito la abrió solo para nosotros. Cubatitas a 2 €, ¡pelotaso!. Pelotaso más grande, otros dos coches de Txiclana.
El partido lo visteis ustedes por la Puta Canal Sur (o Canal 2, la misma mierda son) o al menos eso espero. Partido típico de Segunda B, con excesivas preocupaciones defensivas y que se sabía que quien marcaría primero de llevaría el partido, como así ocurrió. Resumiendo… "Pablo Niño, te voy a partir los piños".
En el mismo fondo de nosotros, pero en la grada inferior, había un payaso muy documentado con una sudadera de "Sociedad Alkohólica" y una bandera constitucional española en las rodillas, lo dicho, muy documentado.
Tras un primer tiempo animando a saco, nos dedicamos en el descanso a decirle cuatro cositas al pibito documentado, que no sabía donde meterse, y nos saltó un bajundá con una navaja del tamaño del tranco del Payán, bueno algo más pequeña (medio metro), pero seguro que más afilada. Después de salir de nuestro asombro y con la colaboración de la misma gente de Graná, la cosa no pasó a mayores. Cuando nos dimos cuenta, lo estaban empapelando los monos.
En el segundo tiempo la animación bajó algo y los mendas que habíamos animado lo que nuestros maltrechos cuerpecitos nos permitían, no se dignaron ni a saludarnos. Comentar que alguno de nosotros acabó con agujetas de tanto ir a la cantina de la grada inferior por cubatitas.
Gol fantasma y caracarajo,… ¡Adiós ilusión!.
Después del partido, a la Peña a seguir privando con la acostumbrada hospitalidad de los granaínos. De 2 en 2 euros se va un dineuro.
Así matamos el sabadito, con un estado etílico muy buenesito. Para terminar de liarla nos fuimos para el piso con la peña de Txiclana.
P.D.: Gracias Txiclanas por ser tan cajistas y gaditanos.