Habíamos estado mirando el tiempo toda la semana y no era muy bueno que digamos. Pero nos sorprendió y el sábado amaneció totalmente despejado. Era un buen comienzo para un buen fin de semana. Salimos cuatro coches, dos por un lado y dos por otro, aunque nos cruzamos por la inacabable carretera varias veces, produciéndose algunos piques con los bólidos e intercambiándonos insultos y gestos que más vale no comentar. Lo que se echaba de menos en las ventas era a toda la peña del bus bajando y saqueándolo todo.
Llegamos a eso de la una locos por pillar una birra, y mientras unos se "cultivaban" en La Alambra, otros se "cultivaban" un morazo fuera del estadio. No faltaron lo aliñado del cigarrito en el templo granadino en honor a sus legendarios exhabitantes, que se tenían que poner hasta el culo de maría. Después de hacernos un par de fotitos en la puerta del vino y en un agujero donde ETA realizó un atentado no hace mucho, nos dirigimos al dichoso estadio, no antes sin haber dejado las marcas de los codos en varias barras de las afueras, donde habían muchos estudiantes gaditanos, donde destacaba un personaje parecido a Asterix con una bandera del Che, pa´verlo...
Al adentrarnos en el Nuevo Los Cármenes nos dimos cuenta de que le habíamos dejado un gol de ventaja pa´que no se enfandaran, y encima nos recibieron con abucheos e insultos (como nosotros aquí cuando se clasificaron), y es que son unos desagradecidos. Nos colocamos unos 15 aproximadamente en un córner con un par de pancartas. En la grada superior los estudiantes no pararon de animar. Se nos saltaron las lágrimas cuando nos enteremos que vendían alcohol en la cantina ¡gracias!.
En lo plenamente deportivo la verdad es que el Cádiz no se acercó ni una vez a nuestro fondo, en el cual se suponía que debía atacar.
Pero en la segunda parte cambió todo... Empezamos a jugar un poco mejor y pronto empatamos. Ya los insultos eran más directos, hasta que a dos imbéciles se les ocurrieron bajar a provocar incidentes, contentándoseles con un par de cates como a los tontos. Y ahí fue cuando aparecieron nuestros colegas los maderos para dialogar con sus porras, ya que no saben hacer otra cosa. De buenas a primeras saltó un segurata, de estos descerebrados crónicos, que de pequeño era el tonto de la clase y en su pandilla se llevaba todas las ostias del mundo y tiene dentro de si una violencia reprimida que te cagas (por eso se mete a segurata) y se lió a dar porrazos en las cabezas de la peña, incluyendo a alguna chica, y del cual solo producía sonidos desagradables y gemidos, como si se estuviera corriendo el muy cerdo. Los nazi-onales descojonados le ayudaron por si no podía él solito, quitándolo después de en medio. Se negaron en todo momento a facilitarnos su documentación o su número de placa, amenazándonos en todo momento con arreglarlo a solas en comisaría. Abuso no es nada con lo que ocurrió allí. Todo esto se saldo con toda la peña apaleada y una brecha en el coco. Entre todo esto, sorprendentemente se coló un periodista de X canal, llevándose su respectiva reprimenda, qué menos. Pero el Cádiz marcó el segundo... gritando ante tantos miles de seguidores en silencio y con una cara de cabrones... lo cambio todo por tener más instantes así, con esa sensación.
Al finalizar el partido, y ante el mosqueo del respetable, nos retuvieron para que se tranquilizara la cosa ¡y nos seguían dando caña!, y así se va a tranquilizar su puta madre. Al salir nos dimos cuenta de que una pandillita no seguía, y antes de llegar a los carros, decidimos enfrentarnos a ellos para que no supiesen dónde estaban. Después de una pequeña trifulca en la cató más de un hijo de puta, la cosa se tranquilizó un poco, marchándose del lugar el primer par de coches. Cuando los restantes se disponían a coger sus respectivos vehículos, hubo sorpresa general al comprobar que aparecían de nuevo los niñatos. Las pivas lograron quitarse de en medio y entonces comenzó el enfretamiento con unos cuarenta tíos aproximadamente, siendo solo 6 de Psikosis. Al principio se repelió el ataque a correazos, ero luego se tuvo que retroceder ante tantos tíos armados con palos y pitones. Se decidió meterse en un bar, aguantándose las puertas de tal manera que los notas no entrasen. Los bastardos de los maderos llegaron y no evitaron que un coche quedara totalmente destrozado. El balance general de la movida fue de varios granadinos heridos a correazos y a destacar a uno que se le reventó una raqueta en la puta cara. Por parte nuestra uno por el impacto de una piedra y otro con un par de pitonazos. Para colmo denunciaron a dos colegas por destrozos en el bareto.... No coment...
Resaltar que la peña dio la cara en todo momento y que así da gusto ir a cualquier sitio.
Y aquí termina el breve resumen de nuestro accidentado desplazamiento a tierras granadinas. Un saludo al Comando Alameda, que aunque no suelo desplazarme con ellos, me lo pasé de puta madre y ya sabéis, otro saludo a vosotros y caña al puto Diario de ¿Cádiz?....