Ya en la reunión del Jueves en "La Patata" se fueron escuchando las diferentes posibilidades que había para viajar a la vecina localidad sevillana. Había gente que se desplazaría en tren, otros en autobús y algunos en coche particular.
Algunos miembros de la sección íbamos a ir en tren pero apareció la posibilidad de irnos en coche. Y así lo hicimos.
En un día horrible climatológicamente hablando y sin dormir algunos de nosotros, salimos a eso de las 9:00 h. de la mañana rumbo a Dos Hermanas. El día estaba lluvioso, pero a medidas que íbamos avanzando kilómetros, se fue tornado cada vez más oscuro y con más agua. Fue pasar El Portal y decir agua va.
Tuvimos que echarnos a la cuneta por dos veces: una, porque no veíamos absolutamente nada (y no íbamos ciegos), ni la raya del arcén bajo una lluvia extraordinaria, y la otra, porque el coche hacía unos ruidos extrañísimos. Dijimos miles de cosas, y algunas de las más idiotas, pero al final dimos con lo que era. Por lo visto en las carreteras sevillanas, las rayas de la derecha de la carretera, no son pintadas sino que tienen una especie de estrías que al pasar la rueda del coche hace un ruido que te acojona, porque parece que te vas a quedar solo con el volante. Eso está bien pero en la provincia de Cádiz no hay de esas y te dejan dormir tranquilo mientras conduces.
Llegamos a las 11:00 h. aproximadamente y tras preguntar por el estadio y encontrarlo (tampoco era muy difícil), aparcamos. Ya había allí bastante cadistas y tras comprar las entradas a 1.000 Ptas. (valían 2.000) nos metimos en el "Manuel Utrilla".
Pero lo del estadio se queda corto: pista de atletismo, zona de acampada, piscina, foso de longitud, una paredes especiales para hacer graffiti, etc.
Dentro ya te daban una especie de panfleto a todo color con clasificaciones, publicidad, entrevista a los jugadores del Dos Hermanas, toda la plantilla del rival, etc.. Empezamos a colocar las banderas como pudimos porque entre la lluvia y el viento racheado, la verdad es que lo casa no era fácil.
Comenzó el partido y ahí empezó el Cádiz C.F. a no ganarlo, ya que, el campo que le tocó estaba en contra del viento y era imposible jugar a la pelota. Cada vez que sacaba Rojas hacía él un paradón. El partido se desarrolló como pensábamos los cadistas que allí estábamos. Si jugabas por abajo, el agua acumulada en el césped paraba el balón, si lo hacías por arriba, el viento te la echaba para atrás. ¿Cómo jugar?. Pues metiendo el cuerpo, echando cojones y poniéndote más guarro de barro que el rival.
En cuanto a la animación, la verdad es que dejaba mucho que desear, debido a la inexperiencia y a las tonterías del que llevaba el megáfono.
En el segundo tiempo y cuando todos esperábamos que el viento nos tocase a nuestro favor, ante la sorpresa y el estupor de los presentes, paró. E incluso en algunos momentos se ponía en contra de nuestro equipo. El campo cada vez estaba peor y los jugadores hacían lo que podían.
Llegó el gol de Palacios y estallido de júbilo entre los cadistas. A partir de ahí y esperando el segundo gol nuestro, se nos fue el partido. Ya en la vuelta más de lo mismo. Mucho agua, pocos coches y algún que otro miembro trasnochador que se rindió y cayó como un angelito.
Hubo también algunas cosas que conviene contar aparte: que en otro campo y ya van... nos sirven alcohol sin ningún tipo de pegas, que Juan se puso un chándal que le llegaban hasta los tobillos, un pequeño rifirafe en el Ketama y uno de los Baretas, una pregunta que me hicieron cuando meaba: ¿me puedo quitar ya el condón?, etc.,... Otra cosa buena es que las banderas han quedado como nuevas después del lavado.