Tercer viaje consecutivo
de Brigadas Amarillas con el Cádiz C.F. Esta vez tocó a
la localidad sevillana de Dos Hermanas y a otro campo de reciente inauguración
en el que estuvo presente el colectivo. Para este desplazamiento tuvimos
algunas dificultades. La primera fue que la empresa de autobuses que nos
lleva siempre se negó esta vez, puesto que el año pasado
unos pivitos nos rompieron una luna del autobús, y la segunda,
fue el alto precio de las entradas que el presidente el equipo nazareno
se negó en redondo a negociar. Este problema no lo tuvo el Lete
que se ganó una entrada, cuando lo sacaron del autobús del
Cádiz a primeras horas de la mañana de contar chistes. El
segundo problema pasó a un segundo plano porque desplazar nos íbamos
a desplazar seguro, pero ya el primero nos hizo pensar. Al final, los
que no fueron en coche lo hicieron en tren y problema solucionado. Amaneció
un soleado y excelente día, por lo que respiramos tranquilos, ya
que, por lo menos no íbamos a coger la mojá de otros años
allí. La gente fue llegando a Dos Hermanas a cuenta gotas, ya que
cada coche fue por su cuenta, y allí solo esperaban los que fueron
en tren. Saludos respectivos entre todos los miembros, con especial hincapié
a las amigas de Rota. Después de esto, ya nos fuimos para dentro
y nos ubicamos en el fondo contrario a donde estaban los del bombo del
Dos Hermanas. En otras partes del campo, como Tribuna y Preferencia, había
bastante aficionados cadistas. Tantos que estábamos en igualdad
con los locales. Desde el primer minuto estuvo con nosotros el responsable
de seguridad del estadio. Al finalizar ya le acompañaban varios
miembros de las fuerzas de orden público. El partido fue para echarlo
en la primera mitad y la gente se entretenía yendo al bar por birras,
puesto que el calor apretaba. Nuestros cánticos fueron contundentes
pero no continuados.. Por el contrario en la segunda parte, el juego gaditano
mejoró bastante y los jugadores le echaron muchas ganas, al tiempo
que nosotros ayudábamos desde la grada con buenos cánticos.
En todo esto, apareció el Lete con un patinete de un chaval nazareno
que llevó las carcajadas a toda nuestra zona. Si, nuevamente el
Lete. Mientras ocurría, festival del pésimo colegiado, que
llevó el cabreo a todos los miembros desplazados. Esto nos llevó
a tirarle de todo cada vez que se acercaba por nuestra zona, incluso,
con el gol del Cádiz C.F. (con nueva mini-invasión), hizo
aparición una bengala que dio el colorido necesario para el momento.
Finalizó el encuentro y fuimos para afuera para desearnos buen
viaje e vuelta entre todos y encasquetarle al Ketama al Loco. Así
seguro que no se aburrió en esas largas carreteras de camino a
Cádiz por la autopista. Volvimos a nuestra cuidad sin problemas
de ningún tipo sorprendidos porque estábamos en casa para
la hora de comer.
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