A las ocho quedamos para
salir del Estadio rumbo a la Villa de Amurrio, saliendo, como de costumbre,
más de una hora después. Al montarnos en el bus, la primera
decepción: Perico, el gran chofer, iba en otro autobús distinto
al de los típicos. Esto causó gran conmoción en l
gente, sobre todo en los Velázquez, que entre cánticos a
Perico, llegaron incluso a sentarse en la carretera para no dejarlo salir.
Repuestos del disgusto, partimos sobre las nueve y media del Estadio,
cada uno a lo suyo en el viaje, unos a dormir, otros sin parar, etc,...
Destacamos entre los dormilones al Komando Marmota, compuesto por Seba
(Frente Che) y Wally, aunque fue el Largo el que demostró mejor
dominio en dormir como sea.
En el camino hicimos paradas fugaces, ya que unos pedazos de cabrones
arrasaban literalmente todas las ventas donde parábamos. Para otra
vez propongo ir solo los que siempre vamos a todos lados y al resto de
la gente que les den por culo, que nos tenemos porqué aguantar
a estos niñatos que en cuanto salen de Cádiz se vuelen locos.
Si éstos fueran tan "lanzados" en Cádiz, tal vez
mejor nos luciría el pelo.
Después de quince horas de viaje llegamos a Amurrio, localidad
con un peaje propio para ir hacia allí.
Amurrio era como las localidades por las que pasamos para llegar, grupos
de caseríos en torno al pueblo, en el que estaban los comercios,
el Ayuntamiento y algunas casas.
Era una localidad totalmente abertzale (incluso en la fachada del Ayuntamiento
colgaba una pancarta reivindicando el acercamiento de presos a Euskadi),
y he de decir que el recibimiento y comportamiento fue exquisito, del
cual deberían aprender la "España democrática"
y sus defensores.
Tras comprar víveres en una tienda de todo, nos dirigimos a la
plaza del Ayuntamiento, la cual hicimos nuestra entre balonazos al "bote
pa´tos", y después con partidillos lo ancho de la plaza,
seguidos por la gente que estaba en la fachada del Ayuntamiento y por
toda la plaza. Destacar de los partidos, lo empetao que está el
Washy sin camiseta (que no le impide hacer acrobacias) y las impresionantes
carreras del Gori (o no).
Después de tanto deporte nos fuimos a una Herriko Taberna y a un
bar a las espaldas, donde nos fuimos encontrando con gente de Vallekas
y Bilbo, bebiendo y compartiendo "humito del moro".
Sobre las seis de la tarde nos dirigimos al estadio, donde ya vimos a
gente de Sestao y Vitoria, demostrando la simpatía que despierta
el Cádiz C.F. allá donde va. Dentro ya del estadio ocupamos
medio lateral y un fondo, todo para la ocasión ocupando medio fondo.
El partido transcurrió de forma anodina, el típico partido
en campo pequeño con un equipo vasco de por medio, balonazo a diestro
y siniestro que se rompió con la infantil expulsión de Duda.
Se notó quien sólo va a fútbol cuando el Cádiz
va bien, criticando el juego el equipo a la más mínima,
cuando el Cádiz C.F. se limitó hacer lo que ha hecho todo
el año, esperar agazapado atrás esperando su ocasión.
Claro que lo bonito es ir solo cuando el Cádiz C.F. va bien y si
no se gana se les critica y hasta el año siguiente en el Trofeo
y si se vuelve a ir bien a algún partidillo.
Lo pero llegó en el segundo tiempo, cuando unos 30 ó 40
antidisturbios de la Hertziana, más otros 10 de paisano, hicieron
acto de presencia, convirtiendo toda una fiesta en la grada con absoluta
armonía en un estado de sitio, demostrando que son sólo
máquinas de repartir leña, robots uniformados totalmente
de negro, cara tapada, casco rojo y con unas tremendas porras de goma
negra o en su defecto una blancas de madera, y sin contestar ni palabra
a correctos requerimientos. Si
esta era su actitud en un acontecimiento pacífico, imaginad cuando
no. Androides como estos dirigidos por "los buenos" creo que
más que impedir violencia, generan más.
Destacamos un sector de pivitos alojados en la grada lateral, frente a
la nuestra, de entre 8 y 12 años, que al grito de "Español
el que no bote" eran la algarabía local y es que la juventud
del pueblo se encontraba en un acto en Treviño.
Tras el partido, cargas y detención de Paco y provocación
constante de los androides. La gente, una vez fuera, esperaron a los jugadores
o bien fueron al autobús, todos con caras largas porque conocíamos
la victoria del Nastic.
A la vuelta a dormir como angelitos durante la noche, y ya de día,
Jordi echó unas cuentas fotos de los angelitos, algunas incluso
románticas, y se hizo incluso una porra para la hora de llegada
(11:36 h.). Ya en Cádiz, a casa por patas y adiós.
P.D.: Hay que estar a tope
con los jugadores y agradecerle a estos fieras la temporada que han hecho,
y si "San Zamora" nos ayuda, a Segunda del tirón. Pase
lo que pase... : GRACIAS CAMPEONES.
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