Quedamos 5 mendas a las 7:00 de la mañana en la puerta de Tribuna, 4 Birras Askatu y Gori (F. Che). Dispuestos a ver una victoria foránea del Cádiz, aunque todos ya nos barruntábamos en nuestros adentros otro 0 - 0.
Paramos a las 10:00 en una venta con self-service y todo bastante cara, pero no para todos pues "Perico Tren Valencia" (ya hablaremos de él) sacó 1.000 pelas de una máquina, yo marisqué 5.000 y el Walker descubrió un método para sacar mecheros de una máquina grúa, consistente en un "sutil" empujón y se trajo un cargamento.
Ya fuera de la venta descubrimos la curiosa melodía del móvil del Perico con la música de la "Granja del Tío Pepito", melodía que se repetiría cada 5 minutos hasta el final del viaje, con constante intercambio de llamadas y mensajes con obscenidades entre él y su piva valenciana, ¡chiquito coñazo!.
El resto del viaje pasó sin mayores incidencias, quitando el hecho de que nada más anunciar un cartel la provincia de Almería la supuesta autovía Sevilla-Almería se convierte en una carretera de 2 vías de mala muerte y que hay un puente para entrar en la ciudad por el que sólo cabe un coche sin semáforo ni guardia que lo organizara.
Entramos supuestamente por una entrada equivocada pero que nos dio de bruces con el estadio y ya aparcados nos alicatamos de víveres y priva y a las 15:00 h. nos fuimos al estadio. Allí nos encontramos con el personaje más peculiar de Almería, un gitano que era el resultado de un extraño cruce de especies, pues se parecía al "Boca" pero hablaba clavado al "Cuco" y nos juró por Ricky Martín y el Camarón que el Cádiz iba a perder.
Ya dentro del estadio colocamos la pancarta de "Birra Askatu" y una bandera del Cádiz, al colocar la pancarta un mono preguntó qué que significaba, le dijimos que "Birra" era cerveza en italiano y "Askatu" libre en Euskera y preguntó ¿Euskera?, éste llamó a otro más listo que preguntó quién era el tío con barbas de en medio, le respondimos que el Ché y éste llamó a otro que supiera escribir para pedirnos el D.N.I., PATÉTICO.
Ya en el partido, con unas 200 ó 300 personas no paramos de animar al Cádiz, cosa que mosqueaba a los tontos de Almería que se preocupaban más de insultar al gordo (quién será, ¡ah!, Fran Canal) que en animar a su equipo cosa que hizo que en el campo sólo se nos escuchara a nosotros.
El Cádiz fue muy superior al Poli, pero falló goles de todas las hechuras, al final contentos con un empate fuera. No se dignaron ni a saludar a quienes habíamos recorrido 500 Km. Y nos quedaban otros tantos (un saludito no hace daño a nadie).
A la vuelta sólo destacar el nuevo coñazo de Perico con el móvil y nada más reseñable y muy cansado de nuevo en la ciudad de mis amores.

PD.- La birra en la cantina se acabó, aunque la tía decía que nunca se le acababa, ¿por qué será?.