Primer viaje de esta temporada de nuestro colectivo acompañando al Cádiz C.F. a la localidad gaditana de Algeciras. Desplazamiento corto y típico de todas las temporadas. Llenamos un bus, que no está nada mal, ya que, al ser un partido televisado y con los cambios imprevistos de día y hora en el último momento, hicieron que tuviésemos que hacer más gestiones de las previstas. Bajas y altas en el bus de última hora. Salimos alrededor de las 3 de la tarde, después de despedir y desear suerte a los jugadores cadistas. Había un ambiente tenso en el bus, ya que, desde la campogibraltareña localidad se nos había estado amenazado durante toda la semana, que tal y que cual. La peña estuvo precabida y se preparó para la ocasión. Hicimos varias paradas en el camino, la primera de ellas en la gasolinera de enfrente de la piscina de Cádiz donde algunos se bajaron para mear (¿?). El viaje de ida fue de lo más tranquilo con la peña relajada, fumando y bebiendo bastante menos que en otras ocasiones, algún que otro cántico de la Secc. Corrales, carnaval y largas paradas en ventas del camino que aprovechábamos para aprovisionarnos de material de ataque vario. En la parada típica del Mirador del Estrecho, y entre guiris con cámaras, hubo un conato de bronca con unos mendas sospechosos, que no pasó a mayores. Tiramos definitivamente para el estadio, al confirmarnos un colega de la Sección Madrid de BA que no había nadie preparando ninguna encerrona. No bajamos la guardia, porque entre puentes, túneles y laderas, cualquier pive te rompe un cristal y eso precisamente era lo que queríamos evitar de todas todas. Unos cuantos fueron por las entradas de toda la peña y para adentro ante la atenta mirada de policías nacionales, seguridad privada y antidisturbios. Cacheos increíbles a diversos miembros del colectivo con registro de cualquier bolsa, mochila, riñonera, etc. Durante el partido animación irregular, pero en algunos momentos bastante contundente, que nos llevó a dominar el partido en la grada, aunque la verdad sea dicha, teníamos poca resistencia. Al finalizar el encuentro la policía nos mantuvo en el estadio un rato, hasta que nos dejaron subir al bus de vuelta para Cádiz. Nuevamente nuestra atención se alertó, aunque esta vez si que tuvimos algún que otro altercado. No con los aficionados "radicales" especiales, que son los suficientes para doblar la pancarta que tienen, sino con la policía, lo que nos costó que 5 de nuestros miembros les fueran tomados los datos. Escoltados hasta la salida de Algeciras, pusimos rumbo a Cádiz felices por el punto conseguido. Paradita típica en La Barca de Vejer, (en otro lado no pudimos entrar), donde bajamos del bus gran parte del material que llevábamos y donde la peña recuperó fuerzas, aunque algunos no sabían muy bien lo que se estaban llevando a la boca. Llegada a Cádiz, a eso de las 11, cervecita y se acabó.